Descongele las pechugas en la nevera durante un día entero.
Retire el plástico, y la red elástica de la pechuga. Enjuague con un poco de vinagre o jugo de limón y coloque sobre una tabla. La salsa que trae la pechuga no la uso.
Mezcle en un tazón los arándanos, las hojas de 4 ramas de romero picadas, ajo, 1 cucharadita de sal y ¼ de cucharadita de pimienta. Agregue el aceite y mezcle otra vez
Tome la pechuga y ábrala, si quiere la relaja en 2 con un chuchillo. Úntela de la mezcla por todos lados y reenróllela de nuevo para darle forma.
Amarre la pechuga y refrigérela por lo menos 4 horas para adobar. Si es necesario.
En un pyrex* coloque el caldo y sobre este una parrilla. Ponga la pechuga sobre la parrilla, rocíe con el resto de sal y pimienta y coloque la rama sobrante de romero sobre ésta.
Hornee a 425°F durante 15 minutos, baje la temperatura a 325ºF y hornee 1 hora y media mas o hasta que un termómetro le mida 160ºF. Retire y cubra con papel de aluminio durante 10 minutos. (La pechuga esta lista cuando al chuzarla en su parte más gruesa no bota líquido rosado sin claro.)
Mientras tanto prepare la salsa: Vierta todos los ingredientes en la licuadora y licue hasta que quede todo homogéneo. Pase por un colador y deje a un lado en una olla que no sea de aluminio.
Después de horneada la pechuga, cuele el líquido que quedo en el pyrex* y viértalo en la olla de la salsa. Si la salsa está muy líquida, mezcle 1 cucharada de maicena una con una de agua y la va echando en la salsa hirviendo hasta que obtenga el espesor ideal.
Taje la pechuga con cuchillo eléctrico y sirva con la salsa.